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Los restos arqueológicos hallados junto al cerro llamado del Angel demuestran que en la vega del río Gévalo hubo hubo una villae de época romana. Según la tradición, el pueblo fue fundado por un cazador que se estableció junto a una torrecilla o atalaya, que en el siglo XVI era propiedad de los herederos del duque de Estrada, y en donde solían los caballeros de Talavera reunirse para excursiones cinegéticas. La torre y huerta anexa pertenecen actualmente a la parroquia.
Lo cierto es que, es más probable que el núcleo actual fuese fundado entre los siglos XII y XIV por las autoridades de Talavera, en el contexto de un proceso de repoblación del alfoz de dicha ciudad. Éste fue un lugar idóneo para asentar repobladores, dada las buenas condiciones de la vega del Gévalo para los cultivos agrícolas. Además, parece que el casco urbano se estructuró, inicialmente, en torno a una cañada, que pasaba por lo que hoy es, precisamente llamada, la calle del Cordel. El llamado Torreón del cura y la casa anexa, podrían ser una almunia, esto es, una casa de campo o cortijo perteneciente a alguna familia aristocrática de Talavera; edificación habitual entre los siglos XI y XIII, en las que además de la residencia de descanso de los dueños, había dependencias agrícolas y habitaciones para los criados, y contaban además con torres que cumplían funciones defensivas y de vigilancia del territorio circundante, así como de posible refugio para los campesinos, ante cualquier amenaza. Este tipo de turris o almunias fueron comunes en la zona de Talavera, y dieron pie a núcleos de población como Alcaudete.
A mediados del siglo XVIII existían tres molinos de harina y cinco de aceite, siendo su producción principal la de trigo, cebada, garbanzos, aceite y legumbres.
Espacio dedicado a las aportaciones realizadas por nuestro paisano Juan Francisco Uceda Garcia , conocido como Chesco.
Blog de Juan Francisco Uceda García
Las magulladuras de un sólido bien
Colaboración en la revista Artyhum